Hola.
Estoy leyendo un libro muy interesante que se titula "Historia del dinero" escrito por Catherine Eagleton y Jonathan Williams.
Voy a poner un pequeño párrafo muy curioso que aparece en el libro. Se trata del valor que le daba un tal Finow, jefe de las islas Tonga al dinero. No dice en el libro en qué época vivió este rey pero más o menos se puede datar sobre el siglo XVII o XVIII cuando llegaran los comerciantes europeos. Dice:
-Si el dinero estuviera hecho de hierro y se pudiese convertir en cuchillos, hachas y cinceles, quizá entonces tendría algún sentido darle un valor, pero tal como es no le veo ningún valor. Si un hombre tiene a su disposición más ñames de los que necesita, entonces los puede intercambiar por cerdos o vestidos de corteza. Por supuesto, el dinero es más fácil de utilizar y es práctico, pero, como no se pudre, si se preserva, la gente lo guarda en vez de compartirlo con los demás (como debe hacer un jefe) y se vuelve egoísta.
Por otro lado, si la comida es la posesión más valiosa de un hombre (como debe ser porque es lo más útil y necesario), no la puede atesorar y se verá obligado o a intercambiarla por otro objeto útil, o a compartirla con sus vecinos, jefes menores y con toda la gente a su cargo, y eso por nada, sin ningún intercambio. Yo sé muy bien qué es lo que hace a los europeos tan egoístas: el dinero.