Los dos hermanos, de 29 y 35 años y a quienes ahora se investiga por un delito continuado de estafa y contra el patrimonio histórico, han declarado que vendían piezas desde 2011, que cada año doblaban beneficios y valoraron su colección en más de 80.000 euros.
http://www.lavanguardia.com/cultura/20171217/433698803156/piratas-arqueologia-internet-yacimientos.html
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