Luis XVI , escena marina .

LOUIS XVI

(10/05 / 1774-21 / 01/1793)

Nacido en Versalles en 1754, Luis XVI era hijo de Louis, Dauphin de Francia y Marie-Josephus de Sajonia. En 1774 el rey ha muerto de su abuelo Luis XV, se le llama el viejo conde de Maurepas, caído en desgracia desde 1749 y pronto se separó de Ministros de su predecesor, este "triunvirato" formado por el canciller Maupeou, la Abbe Terray y el duque de Aiguillon, que, por su política autoritaria, acababan de restaurar la autoridad real. El antiguo Parlamento de París, abolido desde 1770, fue restaurado. El 24 de agosto de 1774, Luis XVI despidió a Terray y nombró a Turgot como Contralor General de Finanzas. Negándose a ser un simple "recaudador de efectivo" durante su ministerio, Turgot multiplicó las reformas económicas. A fines de 1775, el Contralor General había comenzado la recuperación financiera: los impuestos fueron 327 millones, 67 más que el año anterior; el déficit se redujo a 15 millones. Pero sus proyectos dañan demasiados intereses especiales. Todo estaba en su contra: los devotos, los parlamentos, el partido Choiseul, la reina María Antonieta, cuyo papel era increíblemente perjudicial, la Corte, los financieros. Necesitaba el apoyo de un déspota ilustrado, y Luis XVI no era ni despótico ni suficientemente ilustrado. La revuelta de las colonias inglesas de América, en 1775, calentó a los espíritus en Francia. Todo un grupo quería borrar el recuerdo de la desastrosa Guerra de los Siete Años. El 9 de mayo de 1776, un consejo secreto, del que Turgot fue excluido, decidió entrar en la guerra; el día 12, el Contralor General fue despedido al mismo tiempo que el Guardián de las Focas Malesherbes, después de un ministerio de menos de dos años. Gracias a la ayuda francesa, los insurgentes prevalecieron en América y el Tratado de Versalles (1783) reconoció la independencia de los Estados Unidos. Pero Francia había ganado poco en esta guerra que aumentó la angustia financiera del estado. Necker, el sucesor de Turgot de 1777 a 1781, también tuvo que desaparecer ante la coalición de los privilegiados. A medida que empeoraba la crisis financiera, el Rey convocó una Asamblea de Notables (1787), que rechazó los cambios necesarios. Necker recordó Asuntos (1788), se decidió por el rey convocó los Estados Generales, la primera desde 1614. La primera parte del reinado de Luis XVI fue marcado por numerosas reformas: establecimiento del Monte de Piedad (1777) , abolición de la servidumbre en el dominio real (1779), La eliminación de la edición de preparatoria (1780), la creación de la Escuela de Minas (1783), el comienzo de la escollera de Cherburgo y el Canal du Centre (1784), la libertad del comercio de granos (1787), Edicto de Tolerancia a favor de Protestantes (1788). En general, una generación de mayordomos de clase alta continúa el trabajo de sus predecesores del reinado de Luis XV. Pero estas reformas no fueron suficientes para detener la marcha del tiempo. Cuando ella nombró a sus representantes, la nación desautorizó a los administradores iluminados del Consejo y la Corresponsabilidad. De 1789 a 1792, en tres cortos años, el antiguo edificio político y social colapsó irreparablemente. El gigante del Grand Siècle había vivido. Inaugurado el 5 de mayo de 1789, los Estados Generales se declararon Asamblea Nacional el 17 de junio y el 4 de agosto. abolió los viejos privilegios. Sin embargo, los hermanos del rey salieron de Francia. En octubre, la familia real fue llevada de regreso a París y la Asamblea lo siguió allí: de ahora en adelante, la historia de Francia se haría en la capital. La revolución continuó, y con el paso del tiempo, Luis XVI., Que solo aprobó las transformaciones en progreso, no fue más que el juguete de los eventos. Regresó a París después del fracaso de su huida al extranjero (junio de 1791), tuvo que sancionar la nueva constitución que lo redujo al rango de primer funcionario del Estado. La guerra contra Austria, querida por Luis XVI (abril de 1792), precipitó la caída del régimen. Acusado de duplicidad, el rey fue derrocado por los disturbios de París y la Asamblea Legislativa tuvo que aprobar el la abolición de la monarquía (10 de agosto de 1792) antes de dar paso a una Convención Nacional. Es frente a este cuerpo que tuvo lugar el juicio del rey (diciembre de 1792-1793), que, condenado a muerte, se ejecutó el 21 de enero de 1793. Con el reinado de Luis XVI, la historia de la monarquía realmente termina francés. Sin duda todavía habrá reyes de Francia, una Restauración, esta "comedia de quince años", un rey de los franceses, dos emperadores, sin duda Francia tardará un siglo en constituirse definitivamente en la República, pero c De hecho, en 1792 se rompió la cadena de tiempo, ininterrumpida durante quince siglos, al mismo tiempo que se rompía el vínculo de amor entre el monarca y sus súbditos. Constantemente inferiores a su tarea desde su acceso al trono, Luis XVI y su esposa mostraron una dignidad y coraje excepcionales tan pronto como descendieron. Su largo martirio, de agosto de 1792 a julio de 1793, corona el destino de una monarquía que, desde su nacimiento, se había jactado de ser toda cristiana.