Pero el hecho es que en 1556 Castaldo dejó Transilvania llevándose el botín -cincuenta carros cargados de oro y plata-, con el que construyó en Milán -donde era gobernador- el suntuoso palazzo Sormani. ¿Qué fue del resto? Está documentado que Fernando I recibió alguna pieza (un brazalete espiral de oro con forma de serpiente y casi dos kilos de peso), como también su hermano, Carlos V, al que se llevaron a España un par de medallones con las efigies de Nimrod y Semíramis. La información sobre el tesoro fue recogida a lo largo de los siglos siguientes por humanistas como el médico Samuel Köleséry, el canciller Wolfgang Bethlen y otros.
https://www.labrujulaverde.com/2023/06/el-fabuloso-tesoro-que-el-rey-dacio-decebalo-intento-esconder-de-los-romanos-parte-del-cual-se-encontro-en-el-siglo-xix
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