El primero de ellos fue el escritor e historiador jesuita Pedro Díaz de Rivas (1587-1653), que heredó el gusto por la historia de su tío, el célebre erudito Martín de Roa. Amigo personal de Góngora, se especializó en epigrafías y monedas de la antigua Bética y se hizo con parte de los fondos que había acumulado Fernández Franco tras la muerte de éste.
https://www.abc.es/espana/andalucia/cordoba/cordoba-cuna-grandes-anticuarios-siglo-oro-20240505011859-nts.html
UN SALUDO