Pido perdón, creo que debí hacer las presentaciones con algo más de rigor... :oops:
Cuando aparece el nombre de Alí hablando de cuestiones dinásticas en general, nos referimos a Alí b. Abu Talib, el cuarto califa y yerno de Mahoma.
Desde el momento en que nuestros Omeyas se proclamaron independientes en al-Andalus, otras dinastías norteafricanas pronto siguieron su ejemplo, cada uno con sus tendencias; primero los Idrisíes en Marruecos en 172 H., seguidos de los Aglabitas en Túnez en 184 H. Como ya comenté, Idris era nieto del tal Alí, e hizo inscribir en las monedas el nombre de tan ilustre antepasado; esta costumbre fue seguida por sus sucesores, pues no se trataba de una mala propaganda, además de que servía para mostrar a las claras sus tendencias político-religiosas...
Para entender la trascendencia histórica de Alí hemos de saber que sucedió al tercer califa 'Uthman, quien murió asesinado. La miga del asunto está en que Alí fue depuesto por Mu'awiya, a la sazón gobernador de Siria y de estirpe Omeya al igual que 'Uthman, resentido porque Alí hizo la vista gorda con los asesinos de su pariente... el lío estaba servido y todo el mundo islámico se dividió en dos bandos irreconciliables, origen entre otras causas de los interminables enfrentamientos entre Shi'ies (los de Alí, para entendernos) y Sunníes (los de los Omeyas), que se han perpetuado hasta nuestros días :bash: .
Como vemos, Alí no fué simplemente "el cuarto califa"...