TESORO TARTESO (FENICIO?) 2,950 KILOGRAMOS DE ORO
La meseta del Aljarafe que limita al poniente el
valle inferior del Guadalquivir, presenta sobre la vega de Triana un
conjunto de pequeñas elevaciones, también llamadas carambolos, que
son el resultado de los bordes mas escarpados de la meseta. Entre
dos de estos cerros, el de San Juan de Aznalfarache y el de Santa
Brígida, se encuentra situado El Carambolo por antonomasia, a tres
kilómetros de Sevilla, dominando el barrio de La Pañoleta, donde se
dividen las carreteras a Huelva y a Mérida. Su altitud es de 91 m.
sobre el nivel del mar y 60 m. sobre la vega de Triana. Este es
precisamente, el enclave de un fastuoso tesoro tartésico e
importantes restos de cerámica.
El día 30 de septiembre de 1958, en los terrenos de la Real Sociedad
de Tiro de Pichón de Sevilla, y en el curso de una ampliación para
el torneo internacional que tuvo lugar el siguiente año, la azada
del joven trabajador Alonso Hinojos del Pino descubrío un objeto
metálico que había de ser el primero de los brazaletes de oro de 24
quilates.
El hallazgo se daba, una vez más, por causualidad: el arquitecto
Medina Benjumea, momentos antes de marchar al aeropuerto había
mandado excavar 15 centímetros más en la terraza trapezoidal que se
preparaba con objeto de que las ventanas no quedasen tan a ras del
suelo. Sin tal resolución, la terraza se hubiera pavimentado con
losas de cemento, y el tesoro y todo lo demás hubiera quedado oculto
para siempre. Los obreros que encontraron el brazalete siguieron
excavando un poco más abajo, ya que a éste le faltaba un rosetón
Por fin encontraron un lebrillo con los bordes
curvados, que contenía el resto del magnífico tesoro. En un
principio pensaron que serían imitaciones de cobre de joyas
antiguas, y las repartieron entre ellos -incluso uno de ellos, para
demostrar que eran de cobre y no de oro, partió uno de los
pectorales, que de ser por eso se encontraría, como el resto de las
joyas, en perfectas condiciones. Finalmente resolvieron entregar las
piezas.
El 2 de octubre siguiente, y gracias a la
magnífica gestión de los responsables del Tiro de Pichón, entra en
escena el ilustre arqueólogo y catedrático don Juan de Mata Carriazo
y Arroquia, a quien tanto se debe en el terreno de las
investigaciones tartésicas. Tras el minucioso examen pertinente, el
profesor Carriazo y Arroquia, ofrece la siguiente descripción:
"El tesoro está formado por 21 piezas de oro de
24 quilates, con un peso total de 2.950 gramos. Joyas profusamente
decoradas, con un arte fastuoso, a la vez delicado y bárbaro, con
muy notable unidad de estilo y un estado de conservaci6n
satisfactorio, salvo algunas violencias ocurridas en el momento del
hallazgo. Este conjunto se descompone así:
- Un collar, con un peso total de 260 gramos,
con dos ramas de cadenas cada una de 30 centímetros de longitud,
terminadas en una anilla y un travesaño; un pasador fusiforme, de 5
centímetros de longitud; 16 pequeñas cadenitas, de unos 4
centímetros; 7 colgantes con aspecto de sello signatario. Falta un
octavo colgante
b) Los otros siete forman por su decoración tres
grupos de 4, 2 y 1 piezas. La decoración consiste en unos filetes
soldados sobre el presunto chatón, su cápsula y la placa que lleva
casi todo el espacio oblongo del anillo; dibujando zonas de
triángulos o de dobles arcos en las plazas encabalgados, o de discos
con un botón central. Estos filetes se diría destinados a limitar
zonas de color como las de un esmalte tabicado; pero sólo en dos
espacios de la placa de tipo único aparecen vestigios de color azul
que son la única nota de policromía. El pasador fusiforme lleva
dentro un cilindro, sobre el que puede correr, en el que se insertan
por un lado los dos ramales de la cadena principal, y por el otro
las 16 pequeñas cadenitas. En las cápsulas de los chatones hay zonas
de fino granulado
b) Dos brazaletes cilíndricos de unos 10
centímetros de altura por 12 de diámetro, con un peso de 550 y 525
gramos respectivamente. Están formados por dos planchas cilíndricas,
separadas entre sí unos 5 centímetros y unidas por sus extremos
mediante un remache muy limpio
<blockquote>Toda la superficie exterior está decorada con cinco
filas de semiesferas soldadas sobre aros relevados alternando con
cuatro filas de rosetas en sus cápsulas, soldadas a otros anillos
rehundidos. Separando estas filas de semiesferas y rosetas, hay unos
filetes con pequeñas púas agudas, igualmente soldados en sus partes
rehundidas del cilindro exterior. </blockquote>
<blockquote>c) Dos pectorales, en forma de "galápagos" o antiguos
lingotes de metal, con peso de 245 y 200 gramos, el mayor con 19
centímetros de medida diagonal. Este lleva una decoración del mismo
tipo que la de los brazaletes: semiesferas, rosetas encapsuladas y
filetes con pinchos. El menor con una decoración semejante a la de
los colgantes del collar, a base de pequeños filetes, que dibujan
arcos encabalgados. </blockquote>
<blockquote>d) Ocho placas de 9 por 5 centímetros, construidas de
forma semejante, con dos láminas de metal algo separadas y unidas
por remaches, la una casi lisa, apenas con unas lineas resaltadas en
el sentido de la dimensión menor, la otra. Las ocho placas tienen un
peso de 380 gramos. </blockquote>
<blockquote>e) Cuatro placas de aspecto general semejante, algo
mayores, de 11 por 6 centímetros, con un peso total de 453 gramos.
La decoración es identica a la de los brazaletes. </blockquote>
<blockquote>f) Otras cuatro placas, semejantes a las anteriores, de
11 por 4,5 centímetros y 320 gramos de peso total."</blockquote>
La cronología de este tesoro puede ser fijada, en
sus límites más amplios, entre los siglos VIII y III antes de
Cristo. "Un tesoro digno de Argantonio" como afirma don Juan de Mata
Carriazo, quién además confiesa que, pese a su filiación tartésica,
no cree que indique el lugar donde estaba enclavada la mítica ciudad
de Tartesos.
Es posible que este fastuoso tesoro fuese potado por una sola
persona con seguridad un hombre: el collar en el centro del pecho, a
los lados los dos pectorales, los dos brazaletes en los brazos, y
las dos series de paclas montadas, la una sobre el cinturón, la otra
sobre una corona.
REFERENCIAS:
http://www.uv.es/alabau/carambolo.htm
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Tesoro/Carambolo/vuelve/luz/elpepucul/20091002elpepucul_5/Tes
http://blog.hotelesmonte.com/el-tesoro-del-carambolo-podra-visitarse-en-el-museo-arqueologico/