Bella pieza húngara. De las de este emperador, para mí, la más bella es esta con los ángeles sujetando el escudo.
Eso es cierto, nosotros tenemos la suerte del invento de la estrella, como así queda constatado en las reacuñaciones que hizo Franco de las alfonsinas. Pues menudo flaco favor que han hecho los austríacos a sus monedas sin poder diferenciar las antiguas de las modernas... es decir, que se cargaron la posible prima numismática que pudiese tener y han quedado como oro de inversión incluso las originales de 1915.
Gracias Numismito.
Un saludo.