Ya hace casi dos semanas. El domingo 7 pasado llegué a Montpellier hacia el medio día. Alli estaba Ced esperándome. Fueron dos dias de intensa actividad dado el corto tiempo del que disponía. El mismo domingo me llevó a conocer un espléndido acueducto romano y luego las ciudades de Avignon y Nimes. En la primera quede impresionado con el Palacio papal y en Nimes con ese coliseo bellísimo en el centro de la ciudad. "La Maison Carre" estaba en obras pero se podía apreciar su grandiosidad. Nimes, la ciudad cuyo escudo aún nos muestra el cocodrilo nilota atado a la palmera tan querido por los numismáticos interesados en la época inicial del Imperio y no podemos separarlo de los bustos de Augusto y Agripa. Esa noche cenamos en casa de los padres de Ced.. Encantadores los Lopez, me permitieron compartir su vida en familia y conocer al abuelo nonagenario. Sin duda se cumple el viejo dicho. "De tal palo tal astilla". Con esos padres y abuelo, no se podía esperar menos de Cedric.
El lunes fuimos a la sede de esta ceca bajo imperial entonces conocida como Arelatum y que hoy es Arles. También cuenta con un circo espectacular, bien aprovechado en la actualidad y un teatro romano bastante bien conservado. La ciudad de Arles tiene esas callejas por las que pasear se convierte en un ejercicio delicioso. En una esquina, encontramos una tienda en la que se fabricaban y vendian manteles, mandiles y pañuelos con los elementos propios de esa herencia llamada "Tissu provensal". Mi esposa quedo encantada con ellos.
Esa noche de lunes cenamos en un acogedos restaurante al lado de la muy amplia plaza principal de Montpellier. Excelente comida y bella arquitectura. El día terminó con una lluvia que para un limeño equivalía al diluvio de Noe. La naturaleza parecía decir: "Dos dias de tregua son suficientes y regreso a lo normal". A la mañana siguiente me encaminé a Paris. Un París con nieve que nunca había visto. De entonces al sábado fueron cosas de trabajo. Muy entretenido y en la ciudad más bella el mundo, pero un paréntesis de mi mundo de Omni.
El sábado al llegar a Barajas me esperaban Flumen y Ivnior. Era el cumpleaños de Flumen y yo lo había sacado de su descanso. Todo se compensó al llegar a su casa y la comida celebratoria que le esperaba al llegar. Al día siguiente encontramos a Grillo en Uclés palacio de los Caballeros de Santiago. Nunca lo imaginé asi. (Al palacio. A Grillo ya lo conocia) La fuerza de la orden se nota en cada puerta, en cada torre, en cada capitel y artesanado.
Terminada esa visita llegamos a esa maravillosa ciudad romana que es Segóbriga. Teatro y foro. Coliseo y termas. Todo acompañado de un bien presentado museo. Fueron momentos inolvidables que terminaron en un buen restaurante manchego de primer orden en una campiña sombreada. Aunque los dias fueron frios, el sol no dejó de estar presente. En la noche llegué a Madrid y el cielo, como había pasado al terminar mi visita en el sur de Francia, se volvió a romper y permaneció roto hasta que subí al avión para regresar a Lima.
Que foro tan maravilloso en el que se pueden hacer amigos del calibre de Ced, de los Fluemenes y de Grillo. Solo lamenté que el encuentro con MN no se pudo dar como habíamos planeado por el corto tiempo que permanecí en Madrid y los compromisos académicos que me tomaron más tiempo que el planeado.
Gracias a todos. Fue una experiencia que no olvidaré.
Eburón