Hola
La moneda dice:
Cara de la izquierda:
لا إله إلّا ألله
الأمر كلّه لله
ما أقرب فرج ألله
تلمسان
No hay otro dios que Dios.
Todo el poder es de Dios.
¡Qué próximo está el socorro de Dios!
Tlemcen
La otra cara:
ألله ربّنا
محمّد رسولنا
القرأن إمامنا
Dios es nuestro Señor
Muhammad es nuestro Enviado
El Corán es nuestra guía.
Y ahora os voy a contar una pequeña historia -si os aburro me lo decís-:
Dice Ibn Jaldun en el Kitab al-'Ibar:
A la muerte de Ya'qub b. 'Abd al-Haqq la paz que había concluido con los Banu 'Abd al-Wad para poder dirigir sus armas contra los cristianos todavía subsistía. Yusuf, su hijo primogénito, le sucedió en el trono mientras los Banu Marin estaban ocupados en combatir a los infieles, y al darse cuenta con disgusto que 'Utman b. Yagmurasan seguía el camino de su padre y persistía en mantener acuerdos con Ibn al-Ahmar y con el rey cristiano, concluyó una paz con éste, entregó a Ibn al-Ahmar las fortalezas que los Banu Marin poseían en al-Andalus y quedó así libre para ir a combatir a los Banu 'Abd al-Wad.
En el año 689, cuatro años después de la muerte de su padre, terminó todos los preparativos y se puso en marcha. Llegó ante Tlemcen, donde 'Utman se había encerrado, y pasó cuarenta días cortando los árboles de los alrededores y preparando sus catapultas y otras máquinas de guerra; después, reconociendo que la ciudad podía resistir todavía mucho tiempo, levantó el sitio y emprendió el regreso a su país.
'Utman, siempre fiel a la política de su padre, había mantenido buenas relaciones con Ibn al-Ahmar y el rey cristiano, pero acabó por darse cuenta de que sus frecuentes embajadas y las pruebas de amistad de que se mostraba tan pródigo no le reportaban ningún beneficio. Como los Magrawa habían venido a unirse a las tropas de Yusuf para atacar Tlemcen y habían hecho allí mucho daño, fue a someter su país tan pronto como se levantó el asedio, y dejó a su hijo Abu Hammu como gobernador, según hemos dicho.
En el año 695 Yusuf b. Ya'qub emprendió una segunda expedición contra Tlemcen. Comenzó por sitiar Nadruma, de donde se dirigió a Orán; después de recibir la sumisión de los habitantes del monte Kidara y de Taskadalt , ribat dedicado a 'Abd al-Hamid, hijo del faquih Abu Zayd al-Iznasani, retomó el camino del Magrib. Tras su partida 'Utman salió de Tlemcen y castigó a las poblaciones de estas montañas por su defección y la resistencia que habían opuesto a sus tropas. Entregó al saqueo el ribat de Taskadalt.
Al año siguiente Yusuf hizo una tercera incursión en los Estados de 'Utman y volvió después a su tierra. En el año 697 atacó Tlemcen y comenzó la construcción de alojamientos para sus tropas; pero al cabo de tres meses levantó el campo al ver que la ciudad todavía resistía. Para volver a su país pasó por Wadya, y decidió reedificar la ciudad de sus ruinas, para lo que reunió obreros y dejó a su hermano Abu Yahyà para dirigir los trabajos.
Los Awlad Salama, señores del castillo que lleva su nombre, vinieron con su tribu, los Banu Idliltin, y con los otros Banu Tuyin para ayudar a Yusuf b. Ya'qub en su tentativa contra Tlemcen; cuando el sitio fue levantado 'Utman marchó contra ellos, sometió su país y atacó su fortaleza. Se quedó allí mucho tiempo y les hizo muchos más daño del que ellos habían hecho a Tlemcen.
Durante su ausencia Abu Yahyà b. Ya'qub, el hermano de Yusuf, se apoderó de Nadruma gracias a la traición de su gobernador, Zakariyya' b. Yajluf al-Matgari, el señor de Taunt. Después de la ocupación de estas dos ciudades por los Banu Marin, Yusuf b. Ya'qub unió estas tropas al resto de su ejército y marchó sobre Tlemcen.
'Utman todavía tenía sitiados a los Awlad Salama cuando supo la noticia. Sin perder un instante levantó el campo y aceleró de tal modo su marcha que entró en Tlemcen pocas horas antes de la aparición del ejército Mariní. La misma tarde de su llegada vio aparecer a la vanguardia del enemigo, y en el mes de Sa'ban del año 698 se encontró atacado por todas partes.
El sultán Ya'qub hizo construir alrededor de la ciudad un cerco en el que puso numerosas puertas para permitir el paso de las tropas encargadas de atacar las murallas. Al lado de este recinto hizo construir una ciudad que debía servirle como residencia y a la que dio el nombre de al-Mansura. Se quedó allí muchos años y no dejó nunca pasar un día sin dirigir un ataque contra Tlemcen. Para aprovechar el tiempo envió a una parte de sus tropas al Magrib central, donde ocuparon las ciudades y fortalezas. El país de los Magrawa y el de los Banu Tuyin pasaron así a su dominio, mientras tenía a Tlemcen estrechamente cercada, como el león a su presa.
El sitio de Tlemcen seguía, y sus habitantes, reducidos casi al último extremo, vislumbraban con resignación la suerte que les esperaba, cuando a 'Utman b. Yagmurasan se lo llevó la muerte. Fue en el año 703, el quinto del asedio. Su hijo Abu Zayyan Muhammad le sucedió.
Mi maestro el muy sabio jeque Muhammad b. Ibrahim al-Abbali, que en su juventud había sido intendente de sus alcázares, me contó lo siguiente: "Utman b. Yagmurasan murió en el baño; se le había preparado para beber leche. Cuando entró en el subterráneo estornudó; pidió la copa, bebió la leche y se durmió, y casi enseguida entregó su alma. Las gentes del servicio pensamos que él mismo había puesto veneno en la leche para evitar la vergüenza de ser vencido. Entonces un eunuco fue deprisa a ver a la Sayyida, esposa del difunto e hija del sultán Abu Ishaq, señor de Túnez, hijo del emir Abu Zakariyya' b. 'Abd al-Wahid b. Abi Hafs, y le contó lo que acababa de suceder. Entró en seguida en la sala, se acercó al muerto y gritó muchas veces: "¡De Dios somos y a Él tenemos que retornar!". Después hizo cerrar todas las puertas y sellarlas y envió a buscar a sus dos hijos, Abu Zayyan Muhammad y Abu Hammu Musà. Les anunció la triste nueva, lloró con ellos e hizo convocar a todos los jeques de los Banu 'Abd al-Wad. Pero queriendo disimular el verdadero alcance de la desgracia que les había golpeado se limitó a decirles que el Sultán estaba indispuesto. Uno de los jeques dudó del hecho y dijo en nombre de todos los asistentes: "El Sultán ha estado con nosotros hasta hace poco; no ha podido caer enfermo después. Si ha muerto, dínoslo". Entonces Abu Hammu le dijo: "Si hubiese muerto ¿qué harías?". El jeque respondió: "Si no temiésemos tu oposición, diríamos que Abu Zayyan, tu hermano, es ahora nuestro Sultán". Ante estas palabras Abu Hammu dejó su postura, abrazó la mano de su hermano y le juró fidelidad. Todos los jeques siguieron su ejemplo y le prestaron juramento. Los Banu 'Abd al-Wad se apresuraron a saludar a su nuevo Sultán y después hicieron una salida contra el enemigo, según la costumbre diaria, y se batieron con tal valor que se habría supuesto que 'Utman todavía vivía. Yusuf b. Ya'qub supo en su campamento la noticia de la muerte de 'Utman y quedó dolorosamente afectado; pero al mismo tiempo quedó sorprendido al ver que los Banu 'Abd al-Wad luchaban con el mismo ímpetu que antes".
El asedio de Tlemcen duró ocho años y tres meses, desde la llegada del enemigo. Nunca ninguna población del mundo ha debido sufrir tantos males como los habitantes de Tlemcen. Se terminó por comer cadáveres, gatos, ratas e incluso, según se dice, carne humana. Se arrancaron las techumbres de las casas para procurarse madera para quemar. Los alimentos y los granos alcanzaron un precio enorme, y ni aún así se encontraba con facilidad. Esta es una lista de algunos géneros:
- Un barsala, medida de doce ratls y medio, de trigo valía dos mitcales y medio de oro acuñado.
- Un buey sesenta mitcales.
- Un cordero, siete mitcales y medio.
- Un ratl de carne de mula o asno, un octavo de mitcal.
- Un ratl de carne de caballo, diez dírhams de módulo pequeño, la moneda de Tlemcen.
- Un ratl de piel de buey muerto de enfermedad o degollado, treinta dírhams.
- Un gato, un mitcal y medio, y lo mismo un perro.
- Una rata, diez dírhams.
- Una serpiente, lo mismo.
- Una gallina, dieciséis dírhams.
- Un huevo, seis dírhams.
- Un gorrión, lo mismo.
- Una onza de aceite, doce dírhams.
- Una onza de manteca, lo mismo.
- Una onza de grasa, veinte dírhams, lo mismo que las habas.
- La sal, diez dírhams.
- La madera, lo mismo.
- Una coliflor, tres octavos de dírham, y una lechuga veinte.
- Un nabo, quince dírhams.
- Un cohombro y un melón, cuarenta dírhams.
- Un pepino, tres octavos de dinar.
- Una sandía, treinta dírhams, y
- Un higo o una pera, dos dírhams.
Mientras los habitantes de Tlemcen agotaban su dinero y sus fuerzas, Yusuf b. Ya'qub había conseguido llevar su reino al mayor grado de poderío. La ciudad de al-Mansura que había construido junto a la ciudad sitiada y en la que había fijado su morada, se había engrandecido; gozaba de una prosperidad sin igual y a ella acudían mercancías y mercaderes de todos los países. Los demás reyes solicitaban la amistad del soberano Mariní; los Banu Hafs de Túnez y de Bugía le enviaban embajadas y regalos; incluso el soberano de Egipto y Siria le mandaba ricos presentes. Había alcanzado una gloria sin igual.
Por el contrario, en Tlemcen los Banu 'Abd al-Wad y su guarnición se veían a punto de sucumbir al hambre y la miseria; habían tomado la decisión de hacer una salida desesperada y morir con las armas en la mano. Pero entonces Dios, por una gracia extraordinaria, concedió el alivio de sus males. Yusuf b. Ya'qub b. 'Abd al-Haqq murió asesinado. Uno de sus eunucos negros se sintió ofendido por una ocurrencia de las que los reyes se permiten a veces; levantó el borde de la tienda del sultán, se deslizó en la cámara donde éste reposaba y le destripó con un puñal. Fue detenido al instante el miserable y llevado ante los visires, que mandaron matarle. Fue descuartizado en mil pedazos, de forma que casi no se podían encontrar los cordones de sus zapatos. Así fue como Dios vino a librar a la familia de Yagmurasan b. Zayyan, los Banu 'Abd al-Wad y los habitantes de Tlemcen; se les habría tomado por muertos resucitados de sus tumbas. Para conservar el recuerdo de este suceso hicieron inscribir en sus monedas:
"¡Qué próximo está el socorro de Dios!". (
ما أقرب فرج ألله)
Perdonad el rollo.
En resumen: Dirham Zayyaní de Tlemcen, acuñado el año 706 o después.
Saludos,