Esta moneda fué acuñada durante la dictadura militar de Primo de Rivera en 1928 (aunque la fecha sea 1927) para sustituir a una acuñada solo tres años antes, en 1925 y con una carabela en el reverso, para evitar confusiones con la moneda de 2 pesetas de plata que circulaba, aunque estas monedas de 25 céntimos fueran de cuproníquel. Para evitar la confusión se diseño ésta con el orificio central.
El responsable de ambos diseños fué José Espinós, grabador de la FNMT.
Sobre el hecho de que aparezca un martillo y unas espigas de trigo, junto con la corona real, no he encontrado una explicación clara. Pero teniendo en cuenta el régimen imperante, no es muy difícil suponer que fuera una alegoría al trabajo y a la agricultura.