(Cástulo,ciudad Íbero-Romana)
Cástulo fue una antigua e importante ciudad íbera, capital de la Oretania. Localizada muy cerca de la actual ciudad española de Linares, se encuentra a 5 km, siguiendo la carretera de Torreblascopedro.
Según cita Livio:
“Cástulo, fuerte y célebre ciudad de Hispania, estrechamente unida a los cartagineses hasta el punto de que la esposa de Aníbal era de allí, se pasó a los romanos”.
-Su génesis tuvo lugar entorno a las míticas culturas de El Argar. Excavaciones han demostrado que la ocupación masiva del lugar se remonta a finales del tercer milenio a. C., cuando se desarrolla la economía agraria en el valle del Guadalimar y Guadalquivir con agricultores itinerantes que empiezan a establecerse en ciertas zonas, dando lugar a lo que se denominará Cultura de Silos.
Durante el Bronce Medio es cuando Cástulo comienza ya a tomar una entidad importante y urbana, vinculada económicamente a los ricos yacimientos de metales de Sierra Morena. Entre los siglo X a. C. y VII Cástulo es una extensa y rica población de una evolucionada cultura autóctona peninsular.
De estas fechas son los restos conocidos, como el Templo de la Muela. Se trata de un edificio que podría identificarse con un palacio aristocrático, lo que nos habla ya de una gran complejidad social.
La mayor importancia del yacimiento actual tiene lugar en el período ibérico, cuando Cástulo es considerado un oppidum de los más importantes de la península. Los oppida eran la cabeza de las ciudades-estado íberas, siendo situados en lugares estratégicos y fuertemente amurallados, con calles y manzanas en retícula. De esta época sea la primitiva muralla, de la que apenas quedan restos. La que más aparece en la actualidad sería más moderna, de época de inicios de la conquista romana. El Cástulo ibero llegó a ser la capital de toda la Oretania, uno de los pueblos íberos más desarrollados, y el más extenso oppidum de la Península. Fue también una de las escasas ciudades ibéricas que acuñaron su propia moneda desde su célebre Ceca.
-Factores de su importancia y desarrollo
Semis acuñado en CástuloCástulo llegó a ser una gran capital del territorio peninsular. Desde los tiempos más remotos se inició y consolidó como urbe con las actividades metalúrgicas en la Edad del Bronce, como asentamiento estable donde habitar por los siguientes motivos:
La ciudad está situada junto a un río que era navegable hasta el mar, lo que permitía tener un importante embarcadero para transportar todo tipo de mercancías y facilitar el intercambio.
Controlaba las comunicaciones entre la Meseta y la Bética, a través del Corredor de Levante (Puerto de Montizón) y con los valles de las serranías subbéticas de Granada y Almería por Baza, poniendo en comunicación los pueblos próximos a él.
Cercano a Cástulo existe un enorme potencial minero, que lo convierte en uno de los principales centros de beneficio de metales de la Antigüedad. Es importante el excedente de algún producto demandado en aquel momento para poder ofrecer algo susceptible de ser intercambiado.
El tipo de suelo en las inmediaciones, formado por margas y arcillas, que permite su uso en cerámica y materiales de construcción.
La existencia en las proximidades del combustible boscoso necesario, tanto para la explotación de los minerales, como para la elaboración de cerámica. No olvidemos que los alrededores de esta zona estaban densamente poblados de encinas, que es una madera con alto poder calorífico, ideal para este menester.
Se encuentra en las inmediaciones una enorme vega de suelos de aluvión muy fértiles y adecuados para el cultivo.
La existencia de una importante fauna, tanto para la labor, como para la subsistencia. Se han hallado en Cástulo restos de todo tipo de ganado estabular: caballos, bueyes, cerdos, cabras y ovejas. Además, la proximidad de los bosques hacía posible la caza de animales como ciervos, corzos, jabalís y otras especies menores.
Por último, el estar situada sobre una meseta que se eleva sobre el río y que hace que sea casi inaccesible en casi todo su perímetro, facilitando enormemente su defensa.
Este cúmulo de circunstancias favorece que se localice un asentamiento estable, económicamente viable, fácil de defender y con capacidad de abastecer a un gran número de pobladores. Dicho asentamiento adquiere entonces no sólo el carácter de ciudad, sino también el de centro Capital de la Región de Sierra Morena (llamada Salto Castulonense) y del valle alto del Guadalquivir
-Rendición de la ciudad -Antes de que la ciudad íbera de Cástulo fuese sometida por los cartagineses después de un año de guerra (228 a. C.), ya era capital de la Oretania cuyos límites máximos eran llevados por antiguos autores como Estrabón hasta lo que hoy es Málaga por el sur, Gibraltar por el oeste, Ciudad Real y Cuenca por el norte y Cartagena por el este. Cástulo perdió esta capitalidad cuando en 206 a. C. no tuvo más remedio que entregarse voluntariamente al ejército de Publio Cornelio Escipión, (hijo) que estaba asediando la ciudad, para evitar así la carnicería a la que habían sido sometidos sus hermanos oretanos de Iliturgis (Andújar). Así, desapareció oficialmente la provincia de Oretania, pues los romanos la incorporaron a la Tarraconensis. Aun así, habiendo perdido la capitalidad en favor de la Colonia Salaria, es destacable que llegara a convertirse en el más extenso y prospero de los oppida (ciudad fortificada) de la Península Ibérica y que en las crónicas de los historiadores romanos los castulonensis sean el pueblo que más aparece, después de la ciudad de Roma.
- Cástulo en el mundo romano
Un momento especial de la ciudad de Cástulo se produce en el s. III a. C. durante los enfrentamientos entre Roma y Cartago de la Segunda Guerra Púnica. Cástulo en un primer momento se alía con Cartago, alianza sellada con el matrimonio entre el general cartaginés Aníbal y la princesa castulonense Himilce, de la que hablan el poeta Silio Itálico y el historiador Tito Livio. Sin embargo, en los últimos momentos del enfrentamiento Cástulo se decanta por apoyar a Roma. Esta potencia, que en principio no tenía como objetivo de su expansión a la Península Ibérica, estableció como estrategia el convertir nuestro territorio en escenario de las operaciones bélicas, para aflojar la presión que Aníbal ejercía sobre la Península Itálica. La guerra fue ganada por Roma y así, merced a su cambio de alianzas, Cástulo se encontró en el campo de los vencedores. Éstos concedieron a la ciudad privilegios que le permitieron mantener prerrogativas sociales y políticas, así como el control económico sobre los yacimientos metalíferos de Sierra Morena Oriental.
E inmediatamente comenzó la explotación de las riquezas naturales de la zona, afluyendo rápidamente, entre contingentes de itálicos y romanos, ciertas cantidades de publicanos, procedentes del sur de Italia para explotar las minas. Durante la Baja República y Alto Imperio, Cástulo gozó de enorme prosperidad económica y social, conocida a través de las monedas, de la epigrafía y de los restos de edificios públicos. Es posible que, ya a partir de César, Cástulo poseyera una incipiente organización político-administrativa. Plinio (NH, 3.25) designa a los castulonenses como Caesa(i Iu)uvenales. Desde Augusto parece que la organización administrativa está adaptada al modelo romano, configurándose como municipio latino. En cuanto a monumentos, Cástulo parece tuvo un circo o bien un anfiteatro, y con seguridad un gran teatro. Poseía varios baños termales, depositos y complejas conducciones de agua, anchas calzadas e importantes puertas de acceso, al exterior de las cuales, o a los pies de la muralla (ésta con base oretana, y alzado bajoimperial), se levantaron necrópolis o enterramientos individuales. Un importante conjunto recreativo es el llamado complejo arquitectónico del Olivar, situado hacia el centro de la ciudad, cuya excavación está incompleta.
Cástulo estableció con Roma un foedus que hacía que fuera considerada ciudad libre e inmune, parcialmente, del pago de tributos. En contrapartida debió albergar una guarnición romana y proporcionar tropas en los conflictos bélicos. De esta época de la conquista romana (s. III a. C.) y hasta el s. I, proceden los restos más conocidos actualmente de la ciudad: el depósito de agua principal, la muralla reconstruida de esa época, restos de muros que, a juzgar por su porte, se han identificado con restos de un teatro... Estas construcciones romanas que se pueden contemplar hoy en día (aunque por desgracia tan sólo a nivel de cimentación) corresponden a edificios públicos como son la Villa urbana del Olivar y un conjunto de instalaciones termales, algunas monumentales. Este conjunto termal consta de una sala caliente (hipocaustum), sostenida por un entramado de pequeñas bóvedas de ladrillo, patios de distribución (uno de ellos con fuente central) y un pavimento de opus spicatum, así como unas letrinas abovedadas en muy buen estado de conservación. En un extremo de este conjunto de construcciones podemos ver los restos de cimientos de un edificio de cinco naves al que tal vez cabe identificar como un templo, aunque no puede confirmarse porque sólo está excavado en parte. Por idéntico motivo tampoco se puede establecer con seguridad la situación del foro.
Cástulo se convierte bajo el Imperio romano en ciudad federada («civitas liberae et inmunes») y en el centro minero que controla los yacimientos de la región en un radio de 40 km con toda una red de importantes vías de comunicación: hacia Levante (Via Augusta); a Córdoba por Iliturgi o por Epora; a Malaca y a Mentesa. Contaba también con una vía fluvial, habiéndose encontrado restos del embarcadero romano sobre el Guadalimar.
-Decadencia y desaparición
Durante la etapa visigoda Cástulo es sede episcopal, diócesis que tiene su origen en época romana, y que se interrumpe a finales del siglo VII siendo el X Concilio de Toledo el último al que asisten los obispos castulonenses. A lo largo de los siglos VI y VII la ciudad no para de perder importancia y población a favor de Beatia, a donde se transfiere primero la ceca y después el obispado. De hecho, la mayoría de las piedras de la ciudad se transportaron para edificar Baeza, la ciudad heredera de la tradición de Cástulo, y como recuerdo del traslado, en la plaza del pópulo se puede contemplar la Fuente de los leones, con la estatua de Himilce, trasladada piedra a piedra de Cástulo a Baeza.
En el periodo musulmán Qastuluna prosigue su decadencia, como se puede comprobar por la utilización como viviendas de las grandes cisternas romanas. La meseta donde se asentaba la gran ciudad iberorromana es ahora lugar de asentamiento de pequeños núcleos dispersos dentro del recinto amurallado. Para colmo es el escenario de la batalla definitiva entre Abderramán I y Yusut; y más tarde de la batalla entre Abderramán III y Shaliya, rebelde «muladí», conservándose aún los restos del castillo árabe que Shaliya ocupó durante casi veinte años. En estos momentos la crisis de la ciudad ya es total y se incrementará con la fundación en 968 del ḥiṣn de Burgalimar. Desde fines del siglo X la ciudad ya no es citada en las fuentes escritas. Posiblemente su población se trasladase en masa a Úbeda y Baeza.
Entre los siglos XI y XIII hay un renacimiento del núcleo de la antigua ciudad, ya que la posición estratégica del asentamiento junto al río Guadalimar hace que se produzca una consolidación del recinto amurallado junto al espolón sur de la meseta. De este período es el Castillo de Santa Eufemia del que hoy día sólo quedan en pie restos de un torreón. Este torreón, de finales del siglo XII, poseía cuatro pisos y era de planta cuadrada. Internamente, las cuatro plantas están compartimentadas en dos estancias cada una comunicadas por una escalera central.
Se construyó entonces un nuevo castillo en torno a la torre musulmana, defendido por torres de planta cuadrada. El castillo y el extremo sur de la meseta quedarían así aislados del resto del asentamiento por un foso defensivo. Siguió ocupado el lugar durante los siglos XIII y XIV, antes de ser abandonado definitivamente. A partir de ese momento, el auge de Baeza y Linares supuso el desmantelamiento de Cástulo, sirviendo sus ruinas de cantera para el crecimiento de estas dos ciudades.
Es a partir de esta época, con la decadencia de Cástulo, cuando comienza a surgir otra población alrededor de un castillo o fortaleza, cuya misión había sido la de servir de avanzada de Cástulo, la población conocida primero como lugar y más tarde como villa de Linares. Durante la Reconquista esta fortaleza sirvió de refugio y albergue al ejército cristiano, siendo reconquistada, a la par que Baeza, en 1227, de cuyo concejo formó parte.
En el siglo XV, Cástulo sufrió la orden de demolición de sus murallas y de los restos de edificios que aún quedaban para "que no sirvieran de refugio a bandidos y salteadores de caminos". Con esa destrucción desaparecieron los restos de una de las ciudades iberorromanas más importantes de toda la Tarraconense.
NUMISMÁTICA DE CÁSTULO -
Espero que os alla gustado mucho,Un cordial saludo para todo el foro.
Fdo: Yosnel123