Entre los puestos instalados en las inmediaciones del kiosco destacaba el de Felipe. En una mesa, la más pequeña de todas las que mostraban mezclas imposibles de mercancías, exponía monedas y billetes antiguos que despertaban los recuerdos, los suyos y también los de los paseantes. «Me gusta la numismática. He sido coleccionista desde niño», comentaba este donostiarra que a punto está de cumplir los 90 años de edad, mientras sostenía en sus manos varios billetes de 100 pesetas. Todo un tesoro que hacía detener sus pasos a los más curiosos para contemplar de cerca, e incluso tocar, el papel tintado que, como por arte de magia, les retrotraía décadas atrás.
http://www.diariovasco.com/v/20120117/pasaia-errenteria/venta-tesoros-recuerdos-20120117.html
UN SALUDO