Está difícil... Parece como si se hubiera iniciado la escritura de un cuatro, después encima podría ser el principio de un cinco... Lo cierto es que en un principio se grabaron dos alifs, y encima otras letras. Es como si el grabador, por aquello de repartir bien la leyenda, hubiera empezado esta por ambos extremos, y al juntarse se encontró sin sitio y terminó dejando un borrón en las unidades.
Solo por enredar, Vives cataloga con su 431 una moneda de este tipo del año 348 (Col. Zapater), que se aparta de la serie "normal". No lo ilustra, y quién sabe si pudo ser una moneda como esta, pues con buena voluntad el garabato también podría parecerse a un ocho. En contra de esta idea, vemos en la Tonegawa una con el 348 perfecto. Pero tampoco tiene por qué ser igual que aquella...
Saludos.