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Dinero anónimo de la Archidiosis de Vienne, de 0,9 gr. vellón y 17 mm.
a/ + . S . M . VIENNA .
Cabeza a izquierda. Orla interna circular lineal y externa puntiforme circular conteniendo la leyenda. Epigrafía románica.
r/ + MAXIMA . GA (variente rara por no continuar la leyenda con otra letra.)
Cruz patada con glóbulos en cada uno de los cuadrantes. Orla interna circular lineal y externa puntiforme circular conteniendo la leyenda.
-- Esta pieza siempre me ha sorprendido por una serie de características, que hacen de sosías a la pieza de Alfonso III (1158 a 1214), a pesar de su alejamiento geográfico. Primero la acuñaron con pequeñas modificaciones varios arzobispos, al igual que la castellana, que llegó hasta inicios de Alfonso X (1252 a 1284). Segundo su anonimato, Tercero estilo/ peso similar y 4º Su abundancia, que al igual que la peninsular, se sobreentiende por su permanencia en el tiempo, su acuñación.
En Wikimonedas tenemos varias variantes de esta misma pieza, p. ej.: WM nº 5224 y la nº 630, entre otras, pero no iguales.
En 1023 Rodolfo de Borgoña, soluciona "la patata caliente" que era Vienne, otorgando el condado de Vienne a su arzobispo, para evitar varios frentes de guerra, porque diferentes señores pretendían este territorio, por ser el pasillo de entrada a media Europa. El arzobispo que como su señor tenía una mente lúcida, divide el territorio entre el norte y sur, otorgando el primero al conde Maurienne, Humberto Manos Blancas, que se había significado como un gran estratega militar, y al que nadie quería enfrentarse por sus anteriores éxitos. Fue el inicio de la Casa de Saboya que dirigió los destinos de media Europa siglos después. El sur se lo entrega al conde de Albon, con grandes contactos políticos y emparentado con toda la nobleza europea, porque su casa provenía de los primeros nobles europeos, los Capetos- Los Valois borgoñones - Les Vieux. La ciudad de Vienne se la queda el arzobispo como autoridad, pero la defensa se la cede al conde de Vienne, otro gran militar. Para evitar las tentaciones entre los otros dos nobles.
Al cabo de los años con Guigues IV al que llamaban el Delfín (Guigo Dalphinus en 1110), se empieza a llamar el territorio el Delfinado, al adoptar sus sucesores el mote como apellido, hasta que en 1349 el Delfin de Vienne acosado por las deudas, vende su condado a Felipe IV de Francia, con una serie de condiciones, que los reyes franceses, dejaron pronto de cumplir.