En principio, todo vale para coleccionar. Una broma que empieza por catorce chapas de cava y champagne, termina convirtiéndose en una locura de miles de artículos y, finalmente, en la mejor colección del mundo.
Mi padre (José Luis Barceló Fernández de la Mora 1922-1991), fue un reconocido coleccionista de nuestro país, filántropo y miembro de numerosas asociaciones. Tuvo una enorme colección filatélica y numismática, coleccionó asimismo billetes, lotería, cromos, vitolas, billetes de la Lotería Nacional desde sus inicios en España, libros y comics. En su colección bibliográfica llegó a contar con 50.000 títulos, una de las mayores privadas de España. Él me contaba que si tienes doce canicas, la colección no vale nada. Pero si consigues tener más de mil canicas, y comienzas a buscar las más raras o antiguas, comienzas a tener algo importante.
http://www.hechosdehoy.com/aficiones-rentables-incluso-para-los-tiempos-de-crisis-18506.htm
UN SALUDO