No dando crédito a sus ojos, vació el contenido de las ollas en la peña donde antes estuviera sentado. El sol ya más alto, dejaba pasar sus rayos acariciadores por entre las ramas del chaparro, dando de lleno en los objetos allí desparramados. Luces de Colores destellaban del amarillo metálico del oro, como los mismos rayos de sol que ellos se reflejaban, blancos azulados de la plata que a semejanza de la escarcha circundante, se convertían en blanco purísimo, monedas de oro y plata, anillos, pulseras, colgantes y magníficos torques de oro y plata que un día llevarían puestos en sus cuellos nuestros antepasados de las tribus celtas. Loco de contento, recogió todo, lo guardó en las alforjas y tomó camino de regreso al pueblo.
http://blogs.hoy.es/extremadurasecreta/2012/11/06/sonar-con-moros-y-encontrar-oros/
UN SALUDO