Así las cosas, la ciudad romana republicana podría haber cumplido el
papel de emporio comercial de un amplio territorio. Una teoría que
refuerza el hecho de que en el único yacimiento ibérico coetáneo del
interior —la ciudad de Kelin (Los Villares)— se hayan encontrado ánforas
itálicas junto con monedas de Valentia.
El papel de emporio
comercial no sería excluyente del de «horreum» o almacén propiamente
dicho. Una posibilidad factible si se tiene en cuenta que el Almudín
medieval, el almacén de trigo de la ciudad desde el siglo XIII, está a
tan solo 20 metros al nordeste del silo romano. La historia del Almudín
habla de su importancia en época medieval. El edificio era un granero
forticado debido a la endémica necesidad de importar trigo de Valencia,
lo que provocó no pocos momentos convulsos en épocas de escasez.
Ribera
cree que no se puede descartar un fenómemo semejante durante la primera
Valentia, cuando apenas se había iniciado la bonificación y puesta en
cultivo de las tierra cercanas, más adaptadas a otros cultivos que no
los cerealísticos.
http://www.levante-emv.com/valencia/2012/12/02/guardianes-trigo/956504.html
UN SALUDO