Una sociedad
fundamentalmente guerrera, que tuvo su presencia más afirmada en España
entre los siglos VI y II antes de Cristo, pero que desapareció con la
romanización de la Península Ibérica. La exposición, ante todo, es
divulgativa, y permite al visitante adentrarse en una de las
civilizaciones más relevantes del Mediterráneo antiguo. Y conocer desde
su singular escritura encontrada en vasos, monedas, cerámica o piedra,
que han permitido conocer algunas palabras de esta lengua aún hoy sin
descifrar, hasta la vida cotidiana del pueblo, muy centrado en la labor
agrícola, la ganadería y en su refinada industria textil, pasando por el
urbanismo, la arquitectura, su particular mundo funerario o la
estructura social y militar con el Príncipe y la sacerdotisa a la
cabeza, y los campesinos en el último estrato social. La exposición
muestra también maquetas de los poblados de Puente Tablas, Tejada Vieja
y Puig Castellar, en Jaen, Huelva y Barcelona, respectivamente,
ejemplos de lo que era en su tiempo la ordenación urbanística íbera. Es
más, el visitante puede apreciar en su recorrido una reproducción a
tamaño real de una vivienda ibérica típica. Una casa de planta
rectangular construída con adobes y cubierta con techo plano. La
religión y la relación de los íberos con los muertos también tienen
cabida en esta exposición a través de reproducciones a tamaño real de
la Dama de Elche, que en realidad es una caja para guardar las cenizas
de las personas fallecidas, la Bicha de Balazote, o la Dama de Baza, en
cuyo trono hay un orificio por el que los íberos introducían huesos
quemados
http://www.larazon.es/noticia/9595-miles-de-personas-bucean-en-valladolid-en-la-cultura-y-tradiciones-de-los-iberos
UN SALUDO