La mayor parte de la información con que contamos sobre los iberos no
viene por los autores clásicos, quienes en la mayoría de los casos se
limitan a citar los nombres de los pueblos y poco más, sino por el
estudio de las necrópolis. Recordemos que aunque la escritura ibera se
puede leer a partir de las monedas romanas con inscripciones en ibero y
en latín de nombre de lugares y pueblos, no se ha podido descifrar. Como
tienen todos los investigadores a bien reconocer, falta esa piedra de
Rosetta que ayude a leer un texto ibero, con una extensión mínima,
comparándolo con uno griego o latino. Mientras, insistimos, nos tenemos
que conformar con el estudio de los yacimientos y más en concreto de las
necrópolis y de los poblados. En muchos de ellos podemos ver un estadio
urbano desarrollado lo que nos habla una vez más de esa evolución en la
cultura, calles paralelas, casas de personajes importantes, seguramente
el príncipe del poblado. O como en el caso del poblado de Puente
Tablas, a pocos kilómetros de Jaén, una inmensa muralla con bastiones
importantes. Se trataría pues una ciudad estado que, rodeada por algunas
fortificaciones, le ayudaban a proteger el espacio que cada comunidad
entendía como propio.
http://www.cadenaser.com/cultura/articulo/ser-historia-arqueologia-iberica-porcuna/csrcsrpor/20121220csrcsrcul_3/Tes
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