Esta historia, que conocemos gracias al relato de Platón (República, II, 3), y de Heródoto ( Historias, I,
7-14), ilustra el enriquecimiento repentino de los reyes de Lidia y la
conversión de su país en gran potencia comercial a partir del siglo vii
a. C. La causa última del poder de la dinastía Mermnada y su impunidad
es, sin embargo, más prosaica que la del hallazgo de un anillo: el
descubrimiento y la explotación de un yacimiento de oro en la ladera del
monte Tmolo. El dinero, viene a decirnos la realidad
que nuestra historia recrea, da a quien lo posee una impunidad que
tarde o temprano acabará incitándolo a la delincuencia. Frente a los
presumidos gobernantes de los países del mundo y a esos millonarios que
se afanan por escalar puestos en la lista anual de Forbes, quienes
poseen una fortuna verdadera, dueños del anillo de Giges, tienen la
facultad de hacerse invisibles.
Los lidios son
tradicionalmente considerados como los inventores de la moneda. Su
famoso León de Lidia, una de las primeras monedas que se conoce, fechada
en torno al 600 a. C., posee un diseño de una belleza sobria e
impactante en su anverso: el prótomo de un león rugiente y mornado,
antecesor evidente del que figuraba en un bajorrelieve del palacio de
Darío en Susa y, quizá también, del león heráldico.
http://www.eldiario.es/Kafka/anillo-invisibilidad-moneda-ficcion_0_79442138.html
UN SALUDO