De hecho, la joya de la corona de lo hallado hasta el momento es una especie de altar, ¿no?
Sí, es importante destacar el hallazgo de un taurobolio,
aparecido en dos trozos y en posición no original. Se trata de un ara
labrada en un bloque rectangular de arenisca de 50 x 30 centímetros y
unos 60 kilos, con un bajorrelieve en su cara frontal, donde aparece
representada la cabeza de un toro enmarcada por una doble orla rematada
en frontón clásico. Estaríamos, pues, ante un elemento de carácter
simbólico relacionado con el culto a lo sagrado, ante el que orar,
sacrificar o pedir la necesaria protección para el propio individuo o
para la buena marcha de todas las actividades desarrolladas en Elexazar,
aunque no hay nada que nos haga suponer que tras ello se hicieran
sacrificios animales. Lo que sí podemos decir es que este hallazgo está
relacionado con el culto a Cibeles, una divinidad de origen frigio que
era venerada en Roma como la Magna Mater de la naturaleza y la
fertilidad. Varias aras de este tipo han aparecido en la zona media de
Navarra y al oeste de Aragón, la mayoría datadas en el siglo IV, lo que
podría venir a demostrar la pervivencia de antiguos rituales paganos en
un momento en que el Imperio era ya oficialmente cristiano. En este
sentido, la aparición de una moneda del emperador Alejandro Severo
emitida en el año 227 después de Cristo, aparecida en el mismo nivel y a
escasos centímetros del taurobolio, podría aportar una datación
indirecta de esta ara. Ya he citado que la hemos encontrado en dos
trozos y fuera de su lugar original y, por ello, un tanto
descontextualizada cronológicamente. Su base está acondicionada para
apoyar sobre un pedestal que no hemos encontrado y sería muy importante
dar con él en próximas excavaciones para conocer más detalles de esta
pieza.
http://www.noticiasdealava.com/2013/02/24/sociedad/elexazar-es-la-prueba-de-que-los-romanos-estuvieron-en-amurrio
UN SALUDO