Semis de OCVRI, Ubrique (Cádiz)

Hola Numit, me alegro de que podamos comunicarnos finalmente. A lo que comentas y sin ánimo de caer en el off-topic, decirte que si no fuera porque la mayoría de los arqueólogos nos movemos más por nuestra pasión por esta disciplina científica, en nuestra tierra (Andalucía para ser concretos) la situación sería aún peor. En la comarca de la Sierra de Cádiz conseguimos montar todo un proyecto turñistico-cultural en base a la riqueza arqueológica de la misma y durante casi 10 años un grupo interdisciplinario de profesionales (arqueólogos, arquitectos, restauradores, geográfos, biólogos, técnicos de turismo, etc...) realizamos en cada uno de nuestros municipios una serie de acciones para poner en valor y en uso turístico los yacimientos, algo que se consiguió con mucha inversión, pero también con muchas ilusiones y esfuerzos personales. De ahí viene mi vinculación con "Ocuri" (Ubrique). Lamentablemente, de aquello queda ya muy poco y la crisis se ha cebado aún más en todos los yacimientos, pero ahí tienes aún algunos visitables (castillos de Olvera, Zahara y Setenil, yacimientos como Carissa Aurelia y Ocuri, dólmen de Villamartín, etc...) y algunos museos, como el de Espera (recomiendo su visita) y centros de interpretación (como el San Juan de Letrán de Ubrique). En fin, recalco que todo esto no se hubiera conseguido sin un esfuerzo humano considerable...

En cuanto a las colecciones numismáticas de los museos que comentas, siento desilusionarte, pero conociendo un poco el tema internamente, puedo decirte que la situación es aún peor de lo que la gente pueda pensar. A la falta de recursos humanos, al menos aquí, en Andalucía, se unen varios factores que son muy perjudiciales para lo que planteas. Me explico, en los museos, desde que hay competencias autonómicas, cuando se reciben los materiales arqueológicos procedentes de excavaciones llevan un somero inventario que entrega el director de la intervención. El director del museo y el arqueólogo inspector de la Junta de Andalucía lo revisan superficialmente y se le da el visto bueno, pasando a los almacenes, donde, salvo casos muy excepcionales, dormirán el sueño de los justos. Solo mediante la intervención de un investigador externo, normalmente algún doctorando de la universidad, se accede a estas piezas para su investigación. El personal del museo, por tanto, no cataloga estas piezas salvo excepciones (por su relevancia, importancia o eco mediático...). A lo más se le hace una ficha inventario que debería ser accesible por Internet...pero este trabajo lleva un retraso de décadas. Luego hay otro factor muy importante desde mi punto de vista y es la falta de especialización de las últimas "hornadas" de conservadores de museos (andaluces). Cuando me estudié las oposiciones a principios de los años ochenta, cada conservador se presentaba a una "especialidad", es decir, Arqueología, Bellas Artes, Arte Contemporáneo y Usos y Costumbres Populares (Etnografía), lo cual permitía que los museos de arqueología tuvieran arqueólogos, los de Bellas Artes, historiadores del arte y los de etnografía antropólogos. Sin embargo, desde mediados de los años noventa, la Consejería de Cultura tomó ñla dcecisión de refundir las 4 especialidades, lo cual, por ejemplo a mí (que ya me cogió mayorcito) me imposibilitó el poder presentarme, so pena de tener que estudiar dos carreras más que no tenía (Historia del Arte y Antropología)...qué se consiguió con ello, pues imagino que a nivel administrativo esta fusión aclararía el tema (relación de puestos de trabajo, etc...), pero a nivel profesional la empobreció, de forma que personas que se formaron en arqueología (y numismática, por ejemplo, que es una asignatura de nuestra carrera), han terminado siendo conservadores de "Arte Contemporáneo"...En fin, os podeís imaginar a un antropólogo catalogando monedas (como he visto personalmente...). En fin...es mi experiencia personal y por eso os la cuento...

Al hilo de esto y de la reflexión que hace Daphne puedo también deciros que es cierto que desde la universidad se podría hacer este tipo de proyectos, pero el problema es que la numismática es una disciplina en retroceso dentro del plan de estudios universitarios, por tanto hay muy pocos profesores que la den, con conocimiento de causa. Yo tuve el privilegio de haber sido alumno de Francisca Chaves Tristán, una eminencia con trabajos clásicos sobre las monedas de Itálica, Mérida o Carteia, pero ahora hay muy poca gente así, por lo que es aún más difícil que haya doctorandos que se inclinen por este tipo de estudios. Y luego viene que el Museo correspondiente acceda y no alegue, como es habitual, "la falta de ordenación de los almacenes...".