Sólo 30 de los 700 hombres a bordo sobrevivieron. "Mis galantes
hombres se ahogaron como ratas", dijo según cuentan las crónicas el
monarca, que había invertido dinero y hierro para sus nuevos
cañones. Cuando 437 años después, tras 11 años de preparativos, en torno
a 500 buzos, arqueólogos y técnicos sacaron a la luz los restos de la
nave, no daban crédito a sus ojos: enterrada bajo una capa de lodo y
sedimentos apareció una "cápsula del tiempo" que los trasladó a la era
Tudor, reseña en su nota Anna Tomforde de la agencia dpa.
Si el diario The Guardian calificó el hallazgo de "milagro arqueológico", para el historiador británico David Starkey el Mary Rose
era comparable con la antigua Pompeya. "El Mary Rose es la Pompeya
inglesa, conservada en el agua en lugar de entre cenizas", declaró.
Los
exponentes del museo son testigos de este hito. "Todo lo que ven tras
esos cristales es auténtico", afirma Lippiett. Entre otros, el visitante
podrá admirar cañones de bronce adornados cabezas de león e insignias
reales, arcos, el horno de piedra de la cocina, brújulas, zapatos,
monedas de oro, instrumentos musicales, peines anti piojos y alcohol del
botiquín.
http://www.mdzol.com/nota/468253-de-barco-fantasma-a-milagro-arqueologico/
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