Corría el año 1852, cuando en una localidad al norte de Roma, Bagni di Vicarello, se producía un descubrimiento hasta ahora único, puesto que no ha habido otro hallazgo similar en estos más de 160 años transcurridos. Un hallazgo que nos remite a la historia de un intrépido gaditano que recorrió los 2.780 kilómetros que separan Cádiz de Roma a pie portando consigo unos valiosos vasos de plata. Son muchas las hipótesis que envuelven el origen y significado de estos vasos. Una cosa sí es segura, que este aventurero es uno de los anónimos embajadores gaditanos del esplendor de una urbe cuyo recuerdo de gloria queda plasmado en dichas ofrendas.
Los vasos se encontraron, junto a un tesoro, en los bajos de un antiguo templo de aguas termales dedicado a Apolo, dios de la curación y los viajeros. La importancia de los vasos se debe a que constituyen una fuente geográfica e histórica excepcional, de hecho, en ellos encontramos la primera pista del sistema vial romano. En 1862, tan sólo diez años después de su descubrimiento, los itinerarios de la ruta Gades-Roma (inscritas en los vasos) fueron utilizados por Eduardo Saavedra para elaborar el primer mapa de vías de la Hispania romana e incluso la Real Academia de la Historia realizó unas réplicas de los mismos.
http://www.diariodecadiz.es/article/ocio/1594157/tesoro/gades/la/roma/imperial.html
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