Es un momento de guerras civiles entre romanos por el poder. Diversas facciones de su aristocracia luchan por el dominio unipersonal. Algo que no llegará hasta la época de Augusto, el primer emperador romano. Según el investigador, la península ibérica —que era ya una provincia de Roma—, sirve de campo de batalla de los conflictos entre los romanos. Libisosa desaparece con la Guerra de Sertorio, un general romano en conflicto con Cecilio Metelo. No existen fuentes literarias sobre la afiliación de este poblado respecto al conflicto.
“Libisosa no es solo importante por lo que se ha encontrado hasta ahora, sino también por el potencial que tiene. Hemos intervenido en 17 campañas de excavación, en el 10% del yacimiento. Tenemos inventariadas más de 145.000 piezas. Siempre digo que del mundo ibérico lo mejor está por descubrir y posiblemente lo encontremos algún día aquí”, concluye Uroz.
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