En la otra cara de la moneda se seguirán situando este año otros enclaves importantes como la villa romana de La Malena, en Azuara, abandonada desde hace años a pesar de contener algunos de los mosaicos más importantes del nordeste peninsular. Allí, los recortes en patrimonio afectaron incluso al centro de interpretación que había en el pueblo, la única posibilidad turística de conocer el yacimiento, que cerró en 2011 tras cancelarse la subvención que permitía su apertura. Una clausura que, sin embargo, el Ayuntamiento tiene previsto poner fin este verano habilitando para ello sus recursos propios.
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/2014/07/03/la_arqueologia_aragonesa_ante_otro_verano_blanco_297217_300.html
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