En Colombia, un país que ha refinado las técnicas para falsificar monedas, billetes y hasta la firma del presidente de la república, la falsificación de arte podría parecer pan comido. Sin embargo, la verdad es que ningún falsificador colombiano ha alcanzado los niveles de sofisticación de sus homólogos europeos. Uno de los primeros artistas colombianos en ser copiado con la intención de estafar fue el padre del arte moderno nacional, un pintor escaso que empezó a ser revalorado comercialmente a partir de 1971. Se trata del extraordinario Andrés de Santa María (1860-1945), un artista que no debió realizar más de 400 pinturas en su vida, una cifra que dista de las cerca de 7.000 obras producidas por Fernando Botero o de la abundante sobreproducción del novel Óscar Murillo.
http://www.revistaarcadia.com/impresa/arte/articulo/todos-tan-falsos/38045
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