La línea que separa el arte de la falsificación es fina como el filo de un billete de 100 dólares. El artista norteamericano James Stephen George Boggs ha traspasado esa línea una y otra vez desde que en la década de los ochenta descubrió que era más fácil y divertido dibujar los billetes que intentar ganar esos mismos billetes en el tajo.
http://blogs.publico.es/strambotic/2014/09/fun-hundred-dollars/
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