Zaragoza.- Aragón guarda un tesoro oculto desde hace casi dos siglos de un valor incalculable: el yacimiento celtíbero de Aranda de Moncayo. A pesar de que aún no se han realizado ningún estudio arqueológico allí los primeros indicios de objetos encontrados allí han llevado a la conclusión de que probablemente fue una ciudad-estado de gran importancia.
Se estima que este núcleo, llamado Aratikos, albergó aproximadamente entre 2.000 y 4.000 habitantes en torno al año 145 antes de Cristo, una cifra muy importante para la época. Otra evidencia de su importancia, radica en las monedas encontradas en este lugar que demuestran que en él se acuñaba su propia moneda.
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