La odisea de estos restos comenzó hace años, cuando el propietario de un almacén alquilado para guardarlos decidió no prorrogar el contrato. «Al mismo tiempo se nos ofreció la posibilidad de almacenarlo en algún edificio propiedad del Consell, porque las competencias en materia de arqueología son suyas, aunque la ley obligue al Museo Monográfico a gestionar ese material», aclara Fernández. Incluso se barajó ubicarlos en sa Coma, pero finalmente se descartó porque se le iba a dar otros usos. «Nos ofrecieron dos almacenes del polvorín de Santa Gertrudis y allí montamos los compactos, pusimos puertas de seguridad y una alarma. Hay material fragmentario de cerámicas y restos humanos. El material más valioso, digamos susceptible de robos, como monedas, vidrios o joyas está en el Museo», matiza Fernández.
http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2014/12/19/miles-piezas-arqueologicas-siguen-polvorin/739122.html
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