Juan Carlos Miró heredó de su padre la pasión por la numismática. Son tres generaciones ya de coleccionistas. Ahora, el negocio que nació de esta afición familiar tiene la continuación asegurada con su hijo, Juan Ignacio, de 22 años.
Situado en el número 39 de la calle San Nicolás, Miró empezó modestamente y poco a poco fue creciendo. Juan Carlos amplió el local en 1992 con la apertura de un nuevo espacio en la parte de abajo. Así, el negocio creció al incorporar también antigüedades de todo tipo junto a un nuevo departamento, la joyería, donde se pueden encontrar joyas de ocasión y antiguas.
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