Nacida al socaire de la Legio VII, y quizás de la VI Victrix, pues hay restos de época claudia, está también en la ruta del oro romano. El precioso metal que enriqueció el imperio con la explotación de sus yacimientos en el noroeste ibérico y con el que seguramente se hizo la gargantilla de oro y azabache que se encontró en el vicus de Puente Castro, datada en el siglo III y que el Museo de León expone desde hace dos años en sus vitrinas del mundo romano.
Las terra sigillata hispanica y los estilos que van adoptando hablan de la existencia de pequeños talleres artesanos, en Ad Legionem se ha identificado al menos uno, y de las relaciones comerciales con otros enclaves del imperio. Es el caso de los vasos rituales con falos (fascinum) y páteras (platos poco hondos) cuya factura se atribuye al taller de Severus Bovatis muy conocido ya por los hallazgos de Lancia. Los romanos atribuyen al falo poderes mágicos y protectores. Otro hallazgo singular ha sido el del material de uso quirúrgico, así como monedas en cantidad y variedad.
http://www.diariodeleon.es/noticias/afondo/tesoros-ad-legionem_958912.html
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