Todas estas reivindicaciones toman como ejemplo al Reino Unido, donde los responsables del Banco de Inglaterra no solo aceptaron hace un par de años la petición que se les planteaba, sino que se comprometieron a revisar sus criterios a la hora de seleccionar figuras históricas. El Reino Unido sirve como inspiración a corto plazo, a modo de primer paso para enderezar lo desviado, pero el modelo definitivo habría que buscarlo en países como Suecia o Australia, donde el sistema monetario está repartido equitativamente entre ambos sexos.
http://www.laverdad.es/gente-estilo/201505/16/sexo-billetes-20150516013441-v.html
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