La más importante entre ellas es el hecho de que la producción de las minas de cobre (el metal principal del comercio chino) de Yunnan empezasen a agotarse en 1775, coincidiendo con la reforma monetaria de Carlos III que cambió el diseño del dólar español. Esto, unido con la carencia de un control estatal chino sobre la plata, y debido al caos monetario del sistema chino, propició que el Carolus español se convirtiese en la moneda de cambio de la dinastía Qing, ayudando a crear un verdadero proceso globalizador en los albores de la Era Contemporánea.
http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2015/10/02/5604115b22601d420a8b45d9.html
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