Éstas monedas llevaban un contenido de plata mayor que las anteriores de Felipe III y IV, por éso era buen negocio falsificarlas sin añadir plata a la aleación. En éspaña se hicieron muchas, y, además, los enemigos del Imperio Español las itroducían también clandestinamente en Castilla. Al final tuvieron que dejar de hacer estos tipos y volver al vellón grueso (sin liga de plata) con los maravedís de Carlos II.
Un saludo de Chatarrilla.