En un acto de alevosía sin precedentes en tiempos de paz, concluido el siglo XVIII, allá por el año 1804, una de las más rápidas fragatas de la flota española, La Mercedes, había salido del apostadero de Uruguay con una importante remesa de lingotes de oro, plata, cerca de 30.000 monedas, reales de a 8 en su mayoría, y una cantidad sensiblemente menor de escudos de oro, estibada convenientemente con todos los medios para una larga travesía y con la carga de lastre calculada al milímetro. Debía de llegar a Cádiz en un plazo no mayor de dos meses y en apariencia no había contratiempos que indicaran el trágico suceso al que la condujo el destino y la vergüenza y deshonor que cayeron sobre sus agresores. Nada permitía barruntar el ataque que hundió a la fragata cuando prácticamente embocaba puerto. Hacía casi tres años que británicos, franceses y españoles habían firmado el tratado de paz de Amiens y un ataque a traición no era contemplado.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-10-24/el-hundimiento-de-la-mercedes-un-acto-de-guerra-a-traicion-edulcorado-por-los-ingleses_1069702/
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