Gran conocedor del tratamiento de los metales, Túbal y su familia crearon en Noega un poblado de caldereros para la fundición del bronce, el cobre, el estaño, la plata, el oro y el hierro. Se llamaban cilúrnigos por ser caldereros. Sus profundos conocimientos sobre la metalurgia -hasta entonces desconocida por estos lares- motivó que el poblado de Noega fuera uno de los asentamientos más prósperos de toda la costa del Cantábrico.
Veintisiete siglos después, en el yacimiento arqueológico, todavía se han podido encontrar crisoles, toberas, moldes de fundición, lingoteras, fíbulas, pendientes, pasadores, anzuelos y anillos, lo que demuestra la importancia de la industria que hubo en aquel asentamiento creado por gentes que procedían de la Iberia caucásica con técnicas desconocidas.
http://www.lne.es/gijon/2015/10/26/nieto-noe-fundo-poblado-noega/1832143.html
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