En el mercadillo
Él hace diez años que está jubilado y observa la política desde la barrera. Le duelen algunas cosas, decepciones personales de personas a las que consideraba íntegras, pero su buen humor no le permite dedicarles demasiado tiempo, ni demasiadas energías. Prefiero hacerlo a sus monedas, billetes, relojes antiguos, postales o calendarios de bolsillo, los artículos que vende en la mesa que pone todos los sábados en la plaza de los Hermanos Orbón. Pasa frío a veces pero le gusta porque disfruta conversando con otros aficionados o con quien quiere peritar esa moneda que encontró en la casa de sus padres.
http://www.elcomercio.es/aviles/201602/07/reverso-moneda-20160207021000-v.html
UN SALUDO