Hombre fiel a la bandera, poco amigo de pronunciamientos y algaradas, fue herido en Vicálvaro y, posteriormente, partícipe y testigo de las primeras guerras contra Marruecos, donde descubrió la fascinación por el mundo oriental.
Coleccionista apasionado, llegó a reunir valiosas piezas pictóricas, miniaturas, relicarios, monedas (fue un experto en la numismática romana y cristiana) o de veneras de la Inquisición. Esta afición le franqueó la amistad de Lázaro Galdiano, de la misma forma que sus escritos literarios le franquearon la de la condesa de Pardo Bazán.
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/viejo-soldado-natural-borja_1105703.html
UN SALUDO