El mes pasado encontré por la red dos libros de moneda persa que andaba buscando en una librería-antiquariat alemana a muy buen precio; me decidí a adquirirlos y envié una orden de compra a su correo electrónico especificando la forma de forma de pago de mi preferencia.
La realidad es que había pasado una semana desde que me interesé en comprar los libros y no recibía contestación alguna.
Mi sorpresa fue que al octavo día aparecieron en mi domicilio los dos volúmenes, perfectamente embalados, sin que yo hubiese pagado nada. Junto con los libros venía una factura oficial desglosada con identificación fiscal, gastos de envío, IVA, mis datos, el número de cuenta bancaria de la librería y el precio de venta.
Al día siguiente realicé la transferencia a la cuenta del antiquariat alemán.
Es la primera vez que recibo algo sin haber pagado previamente, desconozco si es debido a las virtudes prusianas de honestidad-honradez, o bien, a que ellos intuyeron mi formalidad por ese intenso sentimiento sevillista que corre por mi sangre.
Muy curioso.
Un saludo.