Y es que, como es sabido, durante la Guerra Civil, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se trasladó con el gobierno republicano a Valencia. Bueno, pues una de sus factorías se instaló en Castellón, en una de las dependencias de la mítica Villa Dolores, en la legendaria mansión de los Boera Gimeno, enfrente de donde hoy está el complejo de Salera y su pariente Alcampo. Durante unos meses, en Castellón se programaron y de aquí salieron 156 millones de monedas y, según Ramón Marín, que tanto sabe de esto, estaba entre ellas la inolvidable peseta rubia, una peseta de bronce con la cara de una mujer por delante y un racimo de vid por detrás. Anverso y reverso. Después aparecerían los millones de monedas de los céntimos, que eso ya era cosa de los nacionales, el gobierno de Burgos durante la guerra, aunque fue desde 1939, con la leyenda de Una, grande y libre, refiriéndose, claro, a España.
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/opinion/festivales-sus-monedas_1009393.html
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