“Hemos podido reconstruir como se desarrollaba la vida cotidiana durante el primer tercio del siglo I, que coincide con la vida de Jesús según la tradición cristiana, pero no probar su existencia”, precisa el jefe del servicio de arqueología israelí. “Había más de un millón de habitantes en la región, y es muy difícil identificar los restos de alguien que pudo vivir hace más de 2000 años".
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/31/actualidad/1490973277_437114.html
UN SALUDO