Entre los puestos más ordenados figura un par de ellos dedicados a la filatelia y numismática; entre los más atractivos para el visitante, los de antigüedades. Allí donde hace unas semanas fue a parar el reloj del siglo XIX sustraído del archivo municipal, las ventas mantienen su pausado ritmo y pacientes regateos. Cadencia poco apta para el tensiómetro antediluviano que descubro dentro de un exquisito estuche.
http://www.larioja.com/logrono/201704/03/tiempos-konga-20170403010327-v.html
UN SALUDO