Shulten hace planos muy minuciosos y documenta muy bien las piezas que encuentra”, destaca la jefa de exposiciones del MAR. Algunos de esos fondos documentales se pueden admirar en la muestra. También está la carta que el alemán envió al Museo Arqueológico Nacional en 1905, con la que donaba a España las primeras 12 cajas de restos que encontró en el yacimiento. Después de aquello, Schulten vuelve a Numancia, pero ya no le permiten —o no tiene tanto interés— trabajar en la ciudad. En esta ocasión se centra en los campamentos construidos por los romanos alrededor de la ciudad hasta su derrota definitiva, en el 133 antes de Cristo. De ahí extrae una amplia colección de armas, pero también utensilios domésticos como vasijas de cerámica, lucernas, ollas o monedas, que ilustran la cotidianidad en la vida de los soldados.
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UN SALUDO