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- AFRODISIACOS Y CONTROL DE LA NATALIDAD EN MONEDAS GRIEGAS.
Jamás creí que yo, romano republicano acérrimo, me metiera en berenjenales de la democrática cultura griega. Para ser sincero voy a perder aquí un poco de tiempo por dos razones, la primera porque encontré una relación de este tema en el interesante mundo de mis antepasados lusitanos y, en segundo lugar, porque no creo que mis comentarios, todos verídicos e históricos vayan a resultar improcedentes.
Voy a ver si lo hago cortito pero profundo. (Advierto que como no sé intercalar imágenes ni tampoco enlaces, sustituiré esta deficiencia indicando cuales deben consultarse en cada momento).
En primer lugar deberían verse las monedas de Cirene, especialmente el tetradracma; se trata de una moneda en la que por una cara está representada una mujer sentada con una mano en una planta determinada (ver otras monedas de Cirene) y la otra en los genitales; detrás de la mujer está representada la semilla de la planta en forma de corazón. Esa forma de corazón que ahora está de moda hacerlo con las dos manos y que dicen que significa “te quiero” en realidad su significado es “te quiero… follar”, ya que Cayo Valerio Catulo, ya en época romana decía menos groseramente: “podemos hacer eternamente el amor mientras no nos falte el silfio”. (Ver “”Silfio cirenaico).
Me he encontrado recientemente con la fotografía de una planta parecida el hinojo (hinojo gigante o Ferula tingitana) que yo recordaba haber visto en algún lugar. Trabajo me costó recordar dónde la había visto, pero como si de un flash nocturno y momentáneo se tratara, recordé que había sido en un castro lusitano que no voy a mencionar aquí, pero del que se hizo el estudio botánico a través de la flora que presentaba. Yo tenía que haber sido investigador en vez de pensionista (jajaja) así que me puse a hacer gestiones, y mira por donde lo primero que encontré estaba relacionado con un tal Herennio, cónsul de la república romana en el año 93 a.n.e., así que me fui a mi colección de monedas y … allí estaba (Craw. 308.1a.) A continuación me fui a consultar la ficha que de cada moneda poseo y no os lo vais a creer, pero ponía que durante el consulado de éste Herennio se puso de moda el uso de la planta “Silfio Cirenaica”. Esta planta es la misma que la “Ferula tingitana” de la que ya he hablado antes. La Historia nos cuenta también que citado arbustillo llegó a extinguirse debido al abuso que las mujeres hacían de ella. No me extraña (después lo cuento), y cuenta también la Historia que el último ejemplar le fue regalado al emperador Nerón por un más que seguro buscacosquillas cristiano, que no sería muy partidario de las relaciones sexuales si no buscan la procreación y menos fuera del matrimonio. Ya de paso, cómo no, qué es eso de que las mujeres anden todo el día con un macho entre las piernas… (posiblemente este cristiano fuera un descendiente de Simón de Cirene).
A la codiciada especie, si le haces un corte en el tallo o raíces expulsa un látex (nueva cita internauta: ”laserpicio”) que es una resina que vale para: tomada con miel para provocar las ganas de mantener sexo; untada en una bolita de fina lana e introducida en la vagina como un afrodisíaco aún más potente, pero además es un matadero de lo que el semen lleva de vida y, en último extremo, es también abortivo tomado una vez al mes con agua, ya que provoca la bajada de la menstruación y por tanto aborta todo signo de vida.
Otros jugos, semillas, flores y raíces de la planta usados de otras formas y de manera continuada, vuelven a las mujeres ninfómanas. Las malas leguas dicen que alguien, ya en época cristiana (neroniana) y relacionado con esa religión, mando extinguir la planta, pues la población decreció, las mujeres eran las que montaban a los hombres y el periodo de abstención y ausencia del “ñacañaca” femenino se dio por finalizado al desaparecer el temor al embarazo y la visita indeseada de descendencia.
No me alargo más. correcamino.