Aunque no es habitual que tenga ejemplares de gran valor en su puesto del mercado de antigüedades, Pablo ofrece algunos ejemplos de monedas con un «buen valor económico, como una peseta de Franco de 1946, que puede costar 4.000 o 5.000 euros, y otra de 1952, que vale 16.000 euros». Entre las características que vienen a determinar el mayor valor de una moneda frente a otras está también la cantidad de piezas iguales que existen. «Los fallos de impresión tiene más valor que las perfectas. Si en una tirada se comete un fallo, las que salen antes de que se detecte el error tendrán más valor, pero ya digo que son pocas».
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2018/04/07/conservacion-marca-valor-moneda-antiguedad-protagonista-mercadillo-antiguedades/0003_201804S7C12995.htm
UN SALUDO