Aquí os dejo más datos sobre este personaje:
De los ocho o diez hombres, entre augustos, césares y usurpadores, que gobernaron el Imperio Romano durante La Tetrarquía (284-324), sólo uno, Diocleciano, mantuvo el compromiso estatutario: nombrar un heredero, abdicar a los veinte años de reinado y retirarse a una vida contemplativa; su equivalente, Maximiano, renunció de manera forzosa y, en cuanto tuvo ocasión, se vio implicado en todas las trifulcas por el poder. La segunda pareja de augustos fue aún más dispar: Constancio Cloro, el más sensible y humanitario de todos, enfermó de muerte repentinamente y, saltándose las normas, hizo aclamar Emperador a su hijo Constantino; por otro lado, Galerio, el más poderoso de los tetrarcas y el más déspota, nombró césares a su antojo: en Occidente, a su amigo Severo II, y en Oriente a su sobrino Maximino Daya. Toda esta desafortunada forma de elección, más los expoliadores: Marco Aurelio Carusio en Britania, Lucio Domicio Alejandro en África, más los autoproclamados emperadores de Italia y África: Majencio y Maximiano, habían enfrascado al Imperio en, no menos, de cinco guerras civiles en cuatro décadas.
Cayo Galerio Valerio Maximino II, o Maximino Daya, o Daza, o Daia (epíteto por el que fue conocido, quizá, por ser descendiente de inmigrantes de la Dacia), nació en Félix Romuliana (Moesia), actual Gamzigrad (Serbia), el 20 de Noviembre de 270 y murió, posiblemente envenenado, en Julio o Agosto de 313 en Tarso (Cilicia). Maximino Daya, era hijo de una hermana (nombre desconocido) del Augusto Galerio; al igual que la mayoría de los gobernantes provenientes de las provincias de Iliria, era de origen campesino, agricultores y ganaderos. Siendo joven, y siguiendo la profesión de muchos de sus paisanos, cambió los aparejos del campo por las armas de las legiones. Debió ser un buen militar, disciplinado; con el auspicio de su tío Galerio, escaló posiciones de manera rápida en la milicia. Es posible que llegara a ser un miembro destacado de la guardia personal del Emperador como “Protector” (Scutarius), una especie de guardaespaldas con rango de Oficial del Estado Mayor; en 305, cuando Galerio asumió el cargo de Augusto, era Tribuno Militar.
De la vida íntima y familiar de Maximino II no conocemos, prácticamente, nada; sabemos que era hijo de una hermana de Galerio, que tuvo esposa, de nombre desconocido, y dos hijos: una hembra y un varón; el chiquillo se llamaba Máximo y de la fémina se ignora el nombre; esta niña, con el fin de perpetuar el linaje, estaba prometida con Candidiano, el hijo de Galerio, algo sorprendente, puesto que Candidiano cuando fue asesinado tenía siete años. Es factible que, tanto la mujer como los vástagos, fueran ejecutados por orden de su adversario Licinio después de la muerte de Maximino II.
En Julio de 305, abdicaron los augustos Diocleciano y Maximiano. Los césares, Galerio y Constancio, obtuvieron la jerarquía suprema, nombrando, a su vez, dos nuevos herederos, césares: Severo II en Occidente y Maximino Daya en Oriente.
Galerio, que era, de los dos augustos, el más poderoso, promovió a Maximino Daya como César de Oriente adjudicándole, en principio, el gobierno de las provincias de Siria y Egipto: una de las zonas más importante del Imperio, no en vano, Egipto seguía siendo el mayor contribuyente de trigo del vasto reino y Siria, una de las comarcas más conflictivas. Maximino siguió los pasos de su tío Galerio, que lo había adoptado como hijo, involucrándose en una desmedida persecución contra los cristianos. El nexo entre Galerio y Maximino, funcionaba; pero, todos los planes se embrollaron a partir de Julio de 306 con la inesperada muerte de Constancio, el Augusto de Occidente, y la sublevación de Majencio en Italia, en Octubre del mismo año.
La Tetrarquía se había convertido en un sistema de gobierno incontrolado, había pasado de tener dos augustos y dos césares, a poseer seis soberanos. Para solventar el desorden de regencia se organizó un congreso en Carnuntum (Panonia), año 308, Conferencia de Carnuntum, entre el Emperador Galerio y los ex-Augustos Diocleciano y Maximiano, esta fue la única vez que Diocleciano salió de su retiro de Spalato. En esta asamblea se tomaron dos históricas resoluciones, y ninguna fue respetada: por un lado, se acordó cesar en la persecución a los cristianos, y por otro, rehabilitar la Tetrarquía; para ello, Maximiano debía suspender su devaneo con el poder y jubilarse definitivamente, Majencio fue declarado enemigo público, Licinio asumía el cargo de Augusto de Oriente y Constantino y Maximino Daya eran nombrados Filii Augustorum (Hijo de Emperador). El primer fallo, el relativo a los cristianos, fue pasado por alto, y el segundo, no fue acatado por ninguno de los implicados.
Maximino Daya, no sólo, no accedió a los compromisos pactados en Carnuntum, sino que incrementó el hostigamiento a los seguidores del Nazareno hasta límites inimaginables: obligó a todos los cristianos, incluidos niños y ancianos, a participar en sacrificios a los clásicos dioses romanos y a aceptar públicamente la renuncia al cristianismo bajo pena de muerte. Harto de sentirse un líder de segunda clase, César de Oriente, mientras Licinio, que no había pasado por esta fase, gozaba del título de Augusto, en 310, después de unas victorias en Siria, se hizo aclamar Emperador y formalizó una alianza con el otro denostado del Imperio: Majencio, el autoproclamado Augusto de las diócesis de África e Italia. Galerio, ya decaído por la horrible enfermedad que lo estaba consumiendo, no se opuso a esta ilícita sustracción del cargo.
En Mayo de 311 moría Galerio, Licinio y Maximino Daya se apresuraron a repartirse los territorios de la zona de Oriente: Licinio quedó al mando de las diócesis de Iliria (Panonia, Moesia y Tracia), y Maximino Daya, con Asia, Ponto y Oriente. Con este reparto, y desaparecidos Galerio y Maximiano, el Imperio dejaba de tener dos augustos y dos césares, ahora disponía de cuatro Emperadores: Constantino, Majencio, Licinio y Maximino Daya.
Pero esta división imperial duraría poco. Majencio fue derrotado por Constantino a finales de Octubre de 312, quedando éste, como único Augusto de Occidente. Al ver, Maximino Daya, que había perdido su aliado occidental, y considerando, que sus tropas eran muy superiores en número a las de Licinio, decidió atacar para anexionarse las diócesis de Iliria y poseer un poder territorial semejante al de Constantino. El enfrentamiento decisivo se produjo en Campus Serenus (Región del Mármara, Turquía), el 30 de Abril de 313 en la Batalla de Tzirallum: los soldados de Maximino doblaban en cantidad a los de Licinio (80.000 a 40.000), pero no fue suficiente, las animadas y disciplinadas tropas de Licinio se impusieron a unas legiones, quizá, desencantadas y hartas del tirano Maximino Daya.
Maximino Daya, narra E. Gibbon, se despojó de sus vestimentas de Augusto y se vistió con harapientos ropajes para, en su éxodo, no ser reconocido. Primero huyó a Nicomedia, y luego, se refugió en Tarso; lugar donde, en Agosto de 313, encontró la muerte: asesinado, por enfermedad, o seguramente, envenenado.
El fallecimiento de Cayo Galerio Valerio Maximino Daya, dejó el Imperio con dos Augustos: Flavio Valerio Aurelio Constantino en Occidente y Flavio Galerio Valerio Liciniano Licinio en Oriente.
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