Los investigadores del museo han datado las monedas analizadas hasta ahora entre los años 294 y 313 después de Cristo. Además, una de las vasijas aún no microexcavadas, pesa nueve kilos más que el resto, pero aún se desconoce la razón. Los estudios también están realizando comparaciones con monedas de la época de otros enclaves para hacer un análisis comparativo. Los trabajos del CNA han detectado la presencia de cobre, estaño, plomo y plata. Pero esta última, presenta en algunas monedas una ínfima capa superficial claramente enriquecida respecto de la composición en volumen, por lo que intentan determinar si era la norma de acuñación de entonces o si se hizo para falsear su valor.
https://elpais.com/tecnologia/2018/05/28/actualidad/1527506180_666404.html
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