La investigación abarca desde el año 1100 a.C. hasta el 800 de nuestra era y ha sido recientemente publicada en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. El trabajo señala un primer aumento de la cantidad de plomo a partir del siglo IX a.C., coincidiendo con el declive de la metrópolis fenicia y la expansión de Cartago. En el 218 a.C., por ejemplo, con el final de la Segunda Guerra Púnica, la contaminación cae repentinamente para luego ver un repunte, que marca el momento en el que los soldados romanos toman el control de las minas cartaginesas de Andalucía y las ponen en funcionamiento.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2018/11/05/5bdf3de1e2704e59598b45c8.html
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